La intimidad de esta casa
se ha convertido
en una soledad sombría
cuando en los días grises
laten con ritmos fonemas,
romances y sonetos,
al compas de la llovizna
que canta mis poemas,
En esta tarde de octubre
el insomnio del recuerdo
despierta con la lluvia el
silencio,
uniendo versos tras versos,
que resbala tras el cristal
intentando resolver
laberintos de nostalgias.
La lluvia esta enamorada,
la veo caer en el suelo,
los hilos que ella forma,
con quejidos roncos de dolor,
una canción repiten
y agita el ritmo de mi
corazón.
Yo acaricio el cristal,
ella lo besa, se funde y
resbala,
hasta que la ventana abro
y acorto la distancia para
abrazarla.
celosas de esta locura,
las nubes la llaman.
Entre gotas y gotas
nos damos un beso
y en silencio se marcha.
(M. Sánchez, octubre,2012)
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